Consejos y trucos sobre zapatillas de correr
Amortiguación - En qué pensar
Cuando nos referimos a las zapatillas de correr, la amortiguación describe la capacidad de la zapatilla para absorber el impacto y reducir las vibraciones. Esencialmente, es el sistema de amortiguación de la zapatilla haciendo su magia.
Aquí tienes un desglose de la amortiguación en las zapatillas de correr:
Impacto: Cuando el pie golpea el suelo al correr, una fuerza significativa se desplaza por la pierna.
Amortiguación: La entresuela de la zapatilla, fabricada normalmente con materiales amortiguadores como espuma EVA o geles, absorbe esta fuerza de impacto.
Vibración reducida: Al absorber la fuerza, la zapatilla minimiza las vibraciones que pueden subir por tus huesos y músculos. Esto ayuda a reducir la tensión en las articulaciones y los músculos, lo que se traduce en una carrera más cómoda.
No todas las zapatillas ofrecen el mismo nivel de amortiguación. Aquí tienes algunos aspectos a tener en cuenta:
Material de la entresuela: Las entresuelas más blandas y gruesas suelen ofrecer más amortiguación.
Tipo de zapatilla: Las zapatillas de correr amortiguadas priorizan la amortiguación centrándose en la absorción de impactos.
Tus necesidades: Si sufres dolores articulares o corres sobre superficies duras, una zapatilla con buena amortiguación puede ser beneficiosa.
¿Qué es el drop?
En zapatillas de correr, el drop se refiere a la diferencia de altura entre el talón y la parte delantera de la zapatilla. Se suele medir en milímetros (mm).
Aquí tienes un rápido desglose:
Mayor drop (normalmente por encima de 6 mm): Crea una plataforma más angulada, a menudo preferida por los talonadores para un impacto inicial más cómodo.
Drop más bajo (alrededor o por debajo de 6 mm): Favorece una pisada con el mediopié o el antepié, similar a la de correr descalzo.
La elección del drop adecuado depende de tu estilo natural de correr y de tus preferencias. Es importante tenerlo en cuenta a la hora de elegir tus zapatillas de running
Anchura - ¿Qué se adapta a mí?
Las zapatillas de correr tienen varias anchuras para adaptarse a las diferentes formas del pie. He aquí el desglose:
Anchura normal: Es la anchura más común y se adapta a la mayoría de la gente.
Anchura estrecha: Ideal para corredores con pies que se sienten demasiado sueltos con zapatillas de anchura normal. Si necesitas unas zapatillas estrechas es porque te sobra espacio en los laterales o porque el pie resbala dentro de la zapatilla.
Anchura ancha: Diseñadas para corredores con pies más anchos. Si sientes que los pies te aprietan o comprimen con zapatillas de anchura estándar, es probable que necesites una opción más ancha. Busca zapatillas con una puntera más ancha para evitar molestias.